martes, agosto 15, 2006

¡Cuidado con lo que dicen!
El baño de los niños se descompuso y Natalia, como siempre, en la punta del mitote, se la pasaba comentando que su baño no servía. Le llamé al plomero y quedó de venir entre 7 y 7:30 de la mañana del día siguiente, así que yo estuve lista desde las 6:45am más o menos. Cuando llegó el plomero, Natalia estaba dormida pero se despertó cuando se estaba yendo. Después de interrogarme, qué si su baño ya estaba listo, que si el señor lo arregló, entre mil preguntas, por fin se quedó tranquila. En la noche, cuando llegó Arturo, lo primero que le dijo fue: “papi vino un señor a mi casita hoy y ayer mamiel (también)”. Nos morimos de la risa con eso de que según Natalia, los “señores” vienen todos los días!

Clase de kickball y olimpiadas
La pulguilla de mi niña está yendo a su primer campamento de verano. Las clases duran 80min. y hay de todo, así que yo elegí las clases que mejor se me acomodaban a mi horiario. Natalia va los martes y los jueves a jugar kickball y además a una clase de olimpiadas. Es increíble esa niña, todo, pero todo lo que significa algo nuevo y que implique algo de independencia es su máximo. Me tocó ver un ratito de la clase de kick y corría como desesperada de una base a otra, muerta de la risa. Admiro a esa niña, tanta energía y emoción por las cosas se contagia...bueno, menos al Bernardo...que ahora le apodamos (gracias a su tía Parolis), “el Sultán”...

Día de la Asunción de María termina en caos
Hoy es martes 15 de agosto, Arturo tiene su clase en Walsh, llega a las 10pm y había que ir a misa. Se me fue la de las 10am, asi que mi única opción era lanzarme a las 7:30pm...me organicé muy bien y me llevé a los niños cenados y bañados (con ropa limpia, no pijama!)...pero bueno, la misa la oí a lo lejos...primero por petición de Natalia me aventuré a sentarnos en el segundo piso...error...casi me muero cuando Natalia se subía en las bancas y se pretendía empinar en el barandal para ver mejor y casi me da algo cuando Bernardo estuvo a punto de tirar mis llaves por la borda! Me asomé y los heridos hubieran sido algunos viejitos ¡Dios!..decidí entonces moverme unas cuantas bancas atrás...error...a Bernardo le fascinó la idea de subir y bajar como loquito las escaleras, mientras Natalia brincaba los escalones de dos en dos....entonces me bajé al cuarto de los niños ruidosos...error...eramos mil ahí adentro...en eso Natalia quiso ir al baño, Bernardo aventó sus zapatos...y de repente ya la gente estaba saliendo de la iglesia...la misa había terminado.

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