lunes, mayo 25, 2009

Y por fin me siento y escribo…más dichos…
Nos mudamos a Florida el viernes 12 de julio…adiós Michigan querido…

Lost in translation: uno más
- A menos de un mes de irnos de Michigan, yo con 32 semanas de embarazo, Arturo con dos trabajos (el nuevo y el viejo) y un sinfín de pendientes…llega una notificación de “GM Relocation Services” que dice que para poder vender la casa hay que hacer una inspección más. Arturo agobiado me dice que van a ir a checar que no haya ratones en la casa.
o Sandy: “pero cómo Arturo, ¿ratones? ¿cómo creen que viviríamos entre ratones? ¡Qué insulto!”
o Arturo: ya ves cómo son los gringos, son pruebas estandarizadas que les hacen a todas las casas, no es como que a nosotros nada más, pero bueno, dime ¿a qué horas les digo que vengan a dejar el aparato?
o Sandy: ¿aparato? ¡¿cómo, van a poner trampas o qué Arturo?!...en serio se pasan. ¡Qué barbaridad!
Al día siguiente, llega el señor con su aparato para llevar a cabo su prueba estandarizada de radón (“the radon test”), un gas dañino que se puede encontrar en algunas construcciones. Me pregunto desde cuando Arturo está confundido y piensa que “ratón” se dice “radon” en inglés.

Y mi baby…creció…
Mi niño, mi cosi mosi adorado dejó de chuparse sus dos dedos el 14 de julio de 2008 de una vez y para siempre. Ese día en la mañana me preguntó: “mami, ¿verdad que sólo los niños chiquitos se chupan el dedo?, “claro Ber”, respondí…y de ahí en adelante los dedos ensalivados y las uñas enanas se quedaron en el pasado.

Personalidades
Bernardo
Ya por anécdotas anteriores, todos sabemos lo cochinón que es Bernardo, aquí algunas de sus ocurrencias a los 4 años…

Un día, después de que fue al baño y lo acababa de limpiar, se me antoja acariciarle una pompa y me dice: “mami, no me cariñes las pompis porque te va a caer una popó en tu mano”.

Otro día estaba Bernardo gritando fuertísimo que fuera al baño…llego corriendo para ver qué pasaba y me lo encuentro muerto de la risa al fondo de la taza…se fue para atrás (muy probablemente lo hizo a propósito) y se mojó toda la camisa mientras él se la pasaba de lo lindo.

“Bernardo repetir no es chistoso, no es educadito, se oye ¡horrible!” El tranquilamente responde: “en mi escuela dicen que sí es chistoso”.

“Mami, cómo te parece que me pongo gogles en el baño y le jalas”.

En la escuela le enseñaron a Bernardo que hablar de cochinadas es “bathroom talk”…sin duda, es el concepto mejor aprendido del año.

También lo conocemos por su ternura:
Al final de mi embarazo de Rodrigo, realmente ya no podía más, sin embargo una vez me lancé al súper con Bernardo, Natalia estaba con su amiga María…llegamos a la casa y yo me sentía hasta hiperventilada del cansancio…estaba bajando las bolsas al primer escalón (de la casa de Rochester) en lo que veo a Bernardo sacando las cosas de las bolsas una por una y las subía a la cocina y las acomodaba como podía sobre la cubierta que apenas alcanzaba. Cuando lo vi, lo abracé, le dije mil cosas lindas y como era de esperarse de mí en esos momentos, me senté a llorar inundada de ternura en el último escalón.

Ber no batalló ni por un instante la transición Rochester-Weston. Estaba más que listo para ir a su nueva escuela luterana. A los pocos meses, ya tenía su club de fans bien organizado. Lo encabezó Mrs. Wilkens, su maestra titular y de ahí las asistentes, la maestra de deportes, las maestras asistentes, la misma directora y hasta una que otra mamá. Es curioso, la maestra de aquí me dijo lo mismo que la de Rochester, que Bernardo se llevaba bien con todos los compañeritos y que siempre trataba de que todos estuvieran contentos…mi vida.

Escuela vs Carros de Carreras
De repente dice Bernardo que él no “necita” ir a la escuela…”“¡pero cómo Ber, entonces no vas a aprender tus abc’s! “Yo ya me sé mis abc’s, yo quiero ir a la escuela de race-cars”.

Travesuras…
Este año, Ber también ha descubierto que hacer travesuras o molestar a su hermana es igual o más divertido que ser chistoso. La verdad es que calladito calladito pero se trae de bajada a Natalia, su principal víctima.

Estábamos en el aeropuerto en diciembre, algo cansados y Natalia estaba viendo las fotos de los pasaportes. Con aquel tono agudo de niña (fresa) dice: “aaaaay que lindo Roooool, parece monkey”…yo le contesto que si Rodrigo le parece “monkey” entonces ella también es una “monkey”…Bernardo de lo más serio comenta: “si Natalia y Rodrigo son monkeys [pausa]…entonces yo les doy plátanos”….hasta los que estaban sentados a un lado de nosotros soltaron la carcajada.

Un día entre semana, a la hora pico, que es la hora de la cena y el baño de los tres…Natalia sale de la regadera y no estaba su pijama en el baño, Arturo todo desesperado la regaña y le dice que por qué no trajo su pijama antes de bañarse como siempre, Natalia se altera y entre gritos y llantos dice que ella sí trajo su pijama y que la puso ahí, justo ahí!!! Entro yo al baño y le digo que ya no grite y que simplemente vaya por su pijama y ya…por fin estamos a punto de terminar el ritual, ya todos bañados, cenados, lavados los dientes, rezados…y ya a punto de dar el último beso de las buenas noches, todo en silencio, Bernardo dice con una risita que ya no puede controlar: “yo escondí la pijama de Natalia…en la cocina”….pobre mi niña.

Otro día, ya también todos dormidos, me encuentro en el baño de visitas, tres limones escondidos estratégicamente por Bernardo obviamente.

La otra es que ya van varias veces que cuando Natalia se pone sus tennis en la mañana, les tiene que sacar una bola de papel que Bernardo puso previamente en todos y cada uno de sus zapatos…y bueno, el bárbaro se la pasa regañado, pero para él eso es todavía más divertido.

¡Es tremendo!
Bernardo quiere algo que trae Natalia y le dice de la forma más tierna que si se lo presta. Natalia responde que no y punto. Bernardo todo triste se queja conmigo y yo solo respondo que qué lástima que Natalia no quiere compartir, pero que seguramente va a cambiar de opinión pronto porque ella es una niña muy buena y además Bernardo se lo pidió de muy linda manera…pasan varias horas y ya de regreso en el carro, sucede lo mismo pero al revés. Natalia quiere lo que trae Bernardo y se lo pide autoritariamente. Bernardo contesta que no se lo va a dar. Natalia se queja. Yo respondo que estoy segura de que si Natalia le pide lindo a Bernardo que comparta, Bernardo va a acceder. Y entonces Bernardo aprovecha...
Natalia: [con la voz más dulce del mundo] ¿Me lo prestas Ber?
Bernardo: es que no me lo estás pidiendo lindo.
Natalia: [un poquito molesta, pero aun dulce] ¿Por favor Ber, me lo prestas?
Bernardo: mmmh más lindo….no está tan lindo todavía.
…así sucede un par de veces más…hasta que le digo a Bernardo que yo creo que Natalia se lo está pidiendo muy lindo, que si la próxima vez que se lo pida él no comparte, entonces la que no le va a hablar lindo voy a ser yo!
Natalia se lo pide una vez más y el bárbaro responde:
“Ahora sí estuvo muy lindo, ten!”

Tiene mucha razón
Trataba de persuadir a Natalia diciéndole que las niñas que van a Kindergarten se portan bien y hacen caso porque ya tienen 5…Bernardo estaba escuchando y dijo: “pues yo tengo 4 y no hago caso”.

Solo hechos
Aba le pregunta a Bernardo que cómo está Scarlet, una compañerita hermosa de su salón. El responde “hoy Scarlet gomitó en el classroom”.

Me faltan las anécdotas de Natalia y Rodrigo…están en proceso…