domingo, junio 11, 2006

Una amiguita en la casa

María, la hija de mi amiga Ana vino a jugar con Natalia a la casa. Primero comieron su sopa de pasta y después se pusieron a jugar. Ya entrada la tarde, los ánimos estaban más intensos y se peleaban por todo, ahí fue donde las galletas salieron al rescate. Les di dos galletas a cada niño (incluyendo Bernardo) y se tranquilizaron por 10min. al menos. En un ratito que me separé de ellas, regresé veloz cuando escuché gritos despavoridos. Me encontré a María sentada llorando en el piso, Natalia llorando porque al jalar la puertita de plástico se le había venido encima y Bernardo estaba sentadito en medio de su juego inflable lleno de pelotas, chupándose sus dos dedos y viendo toda la acción... continúa en el siguiente párrafo.

Experiencia con la imaginación

En medio de tanto escándalo, las niñas volvieron a sentarse a jugar. Esta vez con unos botes de plástico. A Natalia se le ocurre que se los llene de agua y María se emociona con eso. Les traté de explicar que no era buena idea y se me empezaron a alterar. En eso, me acordé del útil recurso de le imaginación y les llene los botes con agua imaginaria...Natalia se fue feliz con sus botes llenos y María no podía entender lo que yo hacía...por más que seguía llenándoselos de agua imaginaria, ella me los daba y me los daba y se asomaba y veía que no había nada...Natalia, en cambio feliz tomándose su agua y vaciándola de un bote a otro.

Autocontrol

Bernardo es muy sentido cuando le llamamos la atención. Basta con un simple “no, no, no Bernardo” para que se sienta ofendido y entonces clave su mirada en el suelo, haga pucheros y observe su manita por unos cuantos segundos. Después se sobrepone a su tristeza y te regala una de sus sonrisas hermosas.

Una maestra muy estricta

Mientras íbamos en el carro, Natalia se empeñaba en enseñarle a decir “pato” a su hermano. Bernardo, muerto se la risa, sólo acataba a decir “pata” y Natalia deseperada ya no sabía cómo explicarle que tenía que decir “pato” y le decía “pa – to Bemaro, pa – to”, y luego me decía: “no mami, Bemaro no sabe”.

Pelusas vs medusas

En primavera es común ver volar las esporas de algunas plantas en forma de pelusitas. A Natalia le llaman mucho la atención y un día le dije que eran “pelusas”. Mientras le leía el cuento de Nemo, hay una parte en la que los peces están en medio de “pelusas” (medusas) y “Rory y Mino tienen miero” (Dory y Nemo tienen miedo).

Una mañana linda con pelusas

Una mañana, Natalia se levantó de su cama y al asomarse por la ventana me dijo “Qué lino día mami? Y al ver las pelusitas volar, me dijo “mira mami las pelusas, Tata no miero, las pelusas son benas (buenas)”.

¡Su primer 100!

Natalia se graduó de su primer clase de natación. Pasó de “Aqua tots” al curso de “Advanced Aqua Tots”...ambas son clases para pulgas de 3 añitos. Al felicitarla y hacerle gran alboroto, Natalia solo se sonreía y cuando terminé con tanto aspaviento, tranquilamente me pidió le comprara unos m & m’s.

Club de Lulú

Estábamos a punto de llegar a la casa, cuando Natalia me dice que ella quiere estar con mami sola en su casita. Me dijo algo asi como “mami y Tata solitas en mi casita” Cuando le pregunté que entonces dónde dejábamos a Bernardo, me contestó que “en el caro mami”.

Nueva etapa

Natalia es impresionante. Desde que nació ella se ha encargado de marcar muy claramente sus etapas. Ahora siento que está dejando atrás la rebeldía total por un poco de más civilidad. Los berrinches han disminuido considerablemente, las negociaciones tienen mucho más éxito y hace ya algún tiempo que no suceden incidentes indeseables en público, como rehusarse a dar un paso más en media calle, decirme con la mirada que en cualquier momento saldrá corriendo despavorida en el súper o en el mall...y cosas por el estilo.

No hay comentarios.: