viernes, octubre 12, 2007

LECCIONES

Lección de humildad
Compramos unos muebles para el comedor y llegaron con varios desperfectos. Arturo y yo estábamos en plena discusión entre que si ¡Qué barbaridad! ¡Vamos por las piezas que faltaron! ¡No, que nos las manden! ¡Pero van a tardar mucho! Etc, etc. Mientras discutíamos nos subíamos al carro y en eso Bernardo estalla en berrinche absoluto porque (sí, cada quien tiene sus razones) resulta que no quería subirse al carro de Arturo sino al mío, tiene pleito cerrado con las sillita del carro de Arturo, además el niño tiene sus preferencias...en fin, cerca de 5 cuadras transitadas y Ber seguía gritando y Arturo y yo discutiendo...esta vez, solo Natalia se iba portando bien...de repente, Ber se calma por sí mismo (al pobre nadie le había hecho caso), guarda silencio y en cuanto se repone del sollozo me dice: “Perdón mami” y un segundo después: “Perdón papi”...le contesté que claro que sí, que gracias por sus disculpas y en ese instante reaccioné y le pedí disculpas a Arturo y le di un beso y Arturo reaccionó también y me pidió disculpas....me sentí de lo más apenada. Bernardo de dos años nos puso el ejemplo...pero hay más...Natalia que era la única sensata, terminó la escena diciendo entre risillas (muy típico de ella): “Toda la familia se pide perdón”...y seguramente pensó: “!Ah qué buen show se aventaron!”. Reflexionando más tarde, me encantó todo...definitivamente no somos perfectos, pero de que la regamos, nos disculpamos y aceptamos la disculpa, no hay duda. Natalia lo entendió muy bien.

Lección de anatomía
Pues sí...una vez más, el famoso y temido, entrenamiento para ir al baño...esta vez para Bernardo claro. Resulta que a Ber le encanta su minibañito y todas las noches se sienta a hacer pipí antes de bañarse...como está aprendiendo sentado y apenas van muy poquitos días (tres para ser exactos), le hemos dado algunas indicaciones importantes, como por ejemplo que se baje su colita para que no salpique por todos lados. Natalia, que en todo está y que ante todo es una gran maestra, trata de reforzar nuestras instrucciones. Anoche justamente la escuchamos gritar como desesperada: “!Bernardo, que te bajes tu colitaaaaaa!”. Bernardo, se muestra un poco confuso y le pregunta a su hermana que si ella también le hace así....en fin...todavía falta mucho camino qué recorrer.

Lección de autoestima
Cada vez que puedo les digo a mis hijos que son hermosos y que felicito a Dios porque le quedaron divinos. Natalia se muere de la risa...siempre chuleamos mucho las creaciones de Dios, Natalia dice que los árboles le quedaron súper bonitos y que los arcoiris están padrísimos, pero lástima que sólo los vemos de vez en cuando...Natalia sabe que la hizo su padre Dios y yo me encargo de decirle que la hizo con tanto amor que es todavía más hermosa que los arcoiris y que los árboles y que el mar. Le encanta que le platique que Dios escogió esos ojos “de miel” especialmente para ella. Se fascina con la historia porque dice que ella tiene los mismos “ojos de miel” que su Papa Arturo y es la más orgullosa de eso. Me encanta que cuando la acabo de peinar y a mi se me pasa decirle, ella sola me pregunta: “ ¿Hoy también le quedé linda a Dios? Y que Bernardo diga después de que le digo que quedó guapísimo: “Me quiero ver en el espejo”...si algo quiero para mis hijos es que se sientan tan bellos como realmente lo son y que sepan verse en el espejo y agradecer a su padre Dios lo bien que le quedaron.

Lección de independencia
Hoy fue el examen de la vista de rutina que hacen a los niños de 4 años en la escuela de Natalia y Bernardo. Me ofreci de voluntaria porque temí que Natalia no le fuera a ir bien en el examen, no porque no viera bien, sino por falta de comprensión a la señorita que haría el examen. Estoy contenta de decir que me equivoqué...Natalia además de que gracias a Dios ve muy bien, simplemente se sabe el teje y maneje de todo lo que sucede en su escuela y punto. ¿Pues yo que estaba pensando?