sábado, enero 06, 2007

Dichos decembrinos

ATENCIÓN A TODA LA FAMILIA: Si hay alguna anécdota simpática que no haya incluido por favor díganmela para escribirla!

¡Qué lejos!
Natalia en el aeropuerto de Detroit (al inicio de nuestro viaje): “Papi ya casi llegamos a Tampico?”

En el avión
Mira Natalia que lindos se ven el cielo y las nubes, tu sabes quién vive aquí? –Sí, viven Santa María, el bebé Jesús y Mary Poppins.

De Tampico a Monterrey en el vuelo de las 8am, en pleno primero de enero. Natalia era la única pasajera despierta en todo el avión. Lo mejor fue que se fue amenizando el viaje con sus cantos a todo pulmón. La canción que causó sensación fue la de la película Madagascar: “quiero mover el bote, quiero mover el bote, quiero mover el bote...me gusta!!!!!”....

Bernardo estuvo encantado arriba del “ión” mejor conocido como “avión”. De regreso el pobre lo pasó muy mal porque le dio bronquitis...lloró y lloró.

El mejor “Babysitter”
Al pasar migración Natalia andaba con toda la energía del mundo. Quería correr entre las bandas que ponen para dividir las filas. Arturo y yo ya nerviosos le hablamos un poco fuerte, entonces le expliqué lo de siempre, que no se debía alejar de nosotros porque no queremos que se le acerquen personas malas. Sin hacer el menor caso (aparentemente) se fue corriendo. Le llamé otra vez la atención y me respondió con un gesto de enfado: “!Mami, es que me está cuidando el bebé Jesús!”

En Monterrey
En casa de los bisabuelos
Natalia al conocer a su prima segunda, Eva (hija de mi prima Mónica) y a su tía segunda Mariana (hija de mi tío Fernando) se refería a ellas como “mis amigas”. Ella hace amistades en cualquier lugar, es la ventaja.

Los apodos del biso
Bernardo o el gringo o el americano o el guerito...

Jerarquías
De regreso a Monterrey le pregunté a Natalia que quién vivía en Monterrey y respondió rápidamente: “Lucas”....el perro de David, mi primo.


Como chícharo en cazuela
De regreso en Monterrey, Popito súper lindo, nos prestó su carro. Ya no llevábamos las sillitas para los niños, así que no quedó de otra mas que abrocharlos directamente con el cinturón. Ya todos acomodados, niños derechitos y muy bien sentaditos atrás, estábamos listos para salir. Arturo en eso da la vuelta todavía en el estacionamiento del aeropuerto y el Bemarito sale rodando estrepitosamente en el asiento...ni modo, a partir de ese momento Arturo se fue de chofer y yo atrás deteniendo a mi chícharito en cazuela.

En el rancho

La sabana africana o el rancho de Papá Arturo
Al llegar al rancho todavía en la brecha, los niños venían emocionados viendo a los animales y sientiendo los brincos de la camioneta...les decíamos, miren las vacas, los caballos!! Y en eso Bernardo empezó a gritar: “mira pantes!!” (elefantes)....y no hubo quién lo hiciera cambiar de opinión.

Más acción por favor
Natalia decidió irse en la caja de la pick up que manejaba Manuel con los niños y su papi.

Natalia no se podía contener de la emoción de ver a su Bonita...feliz montó con su Papá Arturo y quería que el caballo corriera todo el tiempo.

Bernardo también estuvo encantado. El se subió con Arturo y no dejaba de hablarle al “ballo” y decir “mira, oye que’s”. Mientras montaban Bernardo le decía a Arturo que “abajo no”...después de un rato, se cansó y entonces siguió con su típica expresión “abajo, abajo, abajo”.

Antes de llegar al rancho desayunamos en El Lindero y estaba un perrito afuera del restaurant. Bernardo llegó y se sentó en la banqueta a un lado de él. Se veía divino, lástima que no alcanzamos a tomarle foto.

Incursión en las aguas pintadas o Delaware Punch gracias a los Calvillo
Pues si...a los tres años y 4 meses Natalia supo lo que son las pinturitas...y de paso Bernardo a los dos años...los dos felices con sus cocas moradas...Bernardo por cierto se la vació encima...afortunadamente, ellos siempre traen varios cambios de ropa dependiendo de la ocasión...

Descalabrado
Bemarito se pegó tremendo golpe con el filo del escalón de concreto....mi vida...lloró desconsoladamente un buen rato...

Con los cochinos
Natalia fue a ver a los cochinos con su Papá Arturo cuando uno de los puerquitos empezó a morderle al pantalón a mi suegro...Natalia gritaba, “No cochino, no”...después volteó con Arturo y le dijo: “Vámonos papi, los cochinos huelen súper mal”

La nieta más consentida
De repente Natalia se cansó de montar su Bonita y se quiso bajar, pero Papá Arturo, Daniel, Arturo con Bernardo y yo seguimos arriba del caballo porque queríamos ir al corral. En cuanto nos fuimos Natalia empezó a llorar desconsoladamente porque había cambiado de opinión, entonces Abu la llevó caminando hasta el corral!! Bastante lejitos y obviamente por camino de tierra. Y así mi niña estuvo feliz. Es una consentida, no cabe duda.

En Tampico
Bernardo bautizó a toda la familia: A Baby, “esa no”...a Gaby: “Gaby no”...a su abuela Quety: “Tety”...a Susana (después de mucho batallar): “Sana”...a Diego: “Yeyo”...a Daniel: “ñel”, a Manuel (papá): “feo”...

Las frases más repetidas de Bernardo
“Oye, qu’es”, “Oye mira”, “eso no”

La información introductoria de Bernardo
¿Cómo te llamas? “Bel”
¿Cuántos años tienes” “dos”
¿Cuánto te quiere tu mami? “mucho”

Natalia y sus actividades
Baby y Gaby llevaron a Natalia a la posada de la cuadra de Baby. Nos contaron que Natalia estuvo feliz jugando a las sillitas. Como era la primera vez que jugaba, primero jugaron solo para enseñarla, pero después Natalia ya estaba concursando como grande y hasta le dieron premio al final. Comió dulces hasta que se empachó. Cuando la llevaron a la casa, Natalia venía con uno de los picos de la piñata rosa repleta de dulces.

En la posada de los amigos de prepa de Arturo, Natalia se la pasó jugando con Ana Pau (la hija de Pilar y Reyes) e Isabela (la hija de Carlos y Adriana). De repente sorprendimos a Natalia en el estrado cantando con todas sus fuerzas “I want to wish you a Merry Christmas, I want to wish....”

Natalia no podía separarse de Baby chiquita, fue su máximo. Un día hasta la invitaron a comer al Campestre. Se portó (o al menos eso nos dijeron) como toda una niña grande de comensal con los Galván.

Todas las mañanas Natalia se levantaba e iba directamente al cuarto de su abuela Quety. Desayunaban juntas y platicaban. Yo creo que se disfrutaron mutuamente.

El cumpleaños de Bemarito
Quety y Baby organizaron la fiesta en el Fridays. Fueron como 10 niños y estuvo muy entretenida. El pastet, delicioso!! Antes de la fiesta rompieron la piñata en el jardín entre Natalia, Bernardo, Regina y Germán. La piñata fue de Spider Man y Bernardo le decía “Man”.

En el jardín de los abuelos
Hubo de todo. Juegos de base ball con los Calvillo, piñata, jaladas con la cuerda de la piñata de Bernardo, corrieron, gritaron...y hasta hubo una representación de una pastorela que organizó Gué.

La pastorela familiar dirigida por Gué
En Navidad, Gué preparó unos guiones padrísimos para representar el nacimiento de Jesús (mejor conocido como el bebé Quechut). Todos teníamos nuestro papel y leimos lo que nos correspondía. Gué, la abuela y las tías nos vistieron con chales, coronas y dibujos...Natalia fue un angel rosa...divina...y Bernardo el pastor mas lindo del mundo. Estuvo de lo más emotivo. Natalia se la pasó preguntando a todos: “Y tu quién eres?” Se refería al disfraz. Olek y Diego fueron el burro y la vaca respectivamente. Susana el portal, Baby el pesebre, Arturo era José, Baby chiquita la estrella, Gué el pino, los Manueles eran pastores y a mi me tocó María.

¡Lotería!
A Quety se le ocurrió la buena idea de comprar y enmicar un juego de lotería. Entre las tías, la abuela y Gue le enseñaron a jugar a Natalia. Se emocionaba cuando tenía la carta y gritaba “yo la tengo”. Además también “cantaba” las cartas, Gaby le soplaba discretamente.

Las luces de Bengala
El par de niños estaban impresionados. Lo que estuvo de risa fue que Bernardo metió su dedo a la cera caliente de la vela con la que estábamos prendiendo las luces y no se quemó en lo absoluto! Afortundamente metió uno de los dedos que se chupa todo el tiempo y así evitó la quemadura. Bernardo jugó con su luz de Bengala en los brazos de su tío Raúl.

Los “outfits” de Natalia
Natalia lució toda clase de atuendos en Tampico. Desde ropa para el rancho hasta los vestidos de princesa que no le gustan, pero claro que se pone! Cuando estábamos haciendo la maleta, le probé un vestido hermoso color mandarina que le regaló su abuela Quety. Como le quedó muy bien, le dije que eso se iba a poner en Navidad y ella con cara de desgano vio su vestido, agarró su par de jeans y me dijo: “o mejor mami, me pongo mis jeans y mi blusa del cochino!”. La blusa del cochino es una blusita tipo polo con un cochinito pintado.

La visita de Yayo, Abu y Aba
Mis papás y Carolina nos fueron a visitar a Tampico. Fue muy padre la convivencia entre todos. Natalia entiende muy bien que tiene dos pares de “abelitos”...unos viven en Tampico y los otros en “Mazaclan”. Ya no hay más “Panquito y Pancatán”. Los niños crecen, sniff.

¡Yayo durmió a Bemarito sentado en la periquera!
Lo que pasó fue que Yayo encontró el punto débil de Ber...le acarició el cuello y el pelito por la parte de atrás....y para el Bemarito eso es irresistible.

Abu y Aba le regalaron a Natalia un “juego de piezas” (rompecabezas) que le fascinó!

La casita de galleta
El último día construimos la casita de jengibre que cargamos desde Detrroit. Bernardo una vez más se encargó de comerse todas las gomitas y dulces que le pasaban por enfrente. Entre todos nos encargamos de decorar la casita.

Con su prima Regina
A Natalia le encanta jugar con las grandes, así que estuvo encantada con Regina. Un día estuvieron jugando a la mamá y a los niños. Regina era la mamá de Natalia y Bernardo y los llevó a su clase de natación. En eso nos encontramos a Natalia y a Bernardo de panza en el piso “nadando”.

El día del cumpleaños de Bernardo, Regina le escribió una tarjetita súper linda, la dibujó y le puso sellitos de colores.

¡Santa en Tampico y en Detroit!
Santa les llevó regalos a Natalia, Bernardo y Daniel!! Y además en Detroit! Yo creo que este año estos niños se portaron súper bien! Lo mejor de todo fue que Santa le trajo a Natalia sus tennis que “sonan” (prenden) y son exactamente de su tamaño! Natalia se impactó del buen tino de Santa.

No hay comentarios.: